En la mayoría de ocasiones, mudarse implica trasladar muchos objetos personales, y uno de los más voluminosos suele ser la ropa de cama. Sin embargo, no siempre son de los enseres que más se cuidan durante el traslado. La buena noticia es que con Gufertrans, especialista en embalaje profesional, puedes asegurarte de que tus sábanas, mantas y edredones lleguen limpios y sin daños a tu nuevo hogar.
¿Quieres saber dónde está el secreto? La clave está en la forma en la que empacamos este tipo de enseres. ¡Sigue leyendo y descubre todos los detalles!
Preparación y selección previa: fase clave en los cuidados
Antes de empacar, lava toda la ropa de cama. Una vez que esté correctamente seca y limpia, lo que evita la aparición de olores y facilita su organización posterior, es el momento para revisar qué piezas quieres conservar y cuáles puedes donar o tirar.
Embalaje correcto
Para sábanas y fundas, utiliza bolsas de tela transpirables o cajas de cartón limpias. Los edredones y mantas pueden guardarse en bolsas al vacío, lo que ahorra espacio y los mantiene protegidos del polvo. Si se trata de textiles delicados o de plumas, evita comprimirlos demasiado para no deformarlos.
Organización por habitación
Coloca etiquetas indicando a qué cama o habitación pertenece cada conjunto. Esto te ahorrará tiempo al llegar y facilitará que montes los dormitorios en el primer día.
Protección adicional
Guarda las almohadas en fundas individuales y protégelas con plástico protector o bolsas grandes con cierre hermético. Así evitarás que absorban humedad o se ensucien durante el transporte.
Consejo extra: lleva un juego completo de sábanas y toallas contigo para usarlas la primera noche, sin tener que buscar entre cajas.
¿Quieres disfrutar de una mudanza rápida, segura y respetuosa con tus enseres? Contacta con nosotros y deja que los expertos de Gufertrans se encarguen de cuidar todas tus pertenencias con un embalaje profesional y un traslado sin complicaciones